

También descubrimos la cantidad de profesiones, muchas de las cuales no nos imaginábamos, que trabajan en el mundo de la cultura: escritoras, libreros o editoras, actrices, maquilladores, técnicos de iluminación, guionistas o carpinteros, músicos y cantantes o vendedoras de discos. Todos ellos dependen de que los productos en los que intervienen lleguen al último eslabón de la cadena: el consumidor y consumidora responsables.
Los alumnos y alumnas de 5º participaron activamente en este taller y representaron cómo se graba un videoclip, un capítulo de una serie de TV o la cadena de cómo un creador de videojuegos crea y vende su producto. Reflexionaron que para ellos sería importante recibir dinero por su trabajo y que si un consumidor no paga por los productos culturales, los creadores no pueden vivir y la cultura, oco a poco desaprecerá o será más pobre.
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